Truco o Trato : La antigua tradición de visitar las Casas en Samhain

LA COSTUMBRE DE VISITAR LA CASAS EN SAMHAIN

image credit: Jon Van Gilder Creo que esto os va a interesar…

En la cultura celta existía la costumbre de designar, en la noche de los difuntos, a algunos personajes de la comunidad como embajadores de los muertos.

Normalmente, estos personajes eran los menos favorecidos. Los mas pobres, los que sufrían alguna pena, ya fuera de amor o de salud. Los que, eso suponían los druidas y con mucho acierto, que serian escuchados con mas atención por los Dioses, que parecen siempre mas atentos a las personas que mas los necesitan.

Estas personas iban de casa en casa pidiendo comida para los difuntos y como ya estaba convenido, las gentes del poblado, preparaban una torta, un pastel especial para la ocasión y que llamaban “torta de ánimas”

La tradición dice que los mensajeros se reunían luego en algún lugar de los bosques y se comían las tortas en homenaje a los difuntos de cada hogar que habían visitado y los invitaban a compartir con ellos todos esos manjares.

Antes de empezar la cena –porque era una cena- dejaban parte de la comida en alguno de los lugares mas altos, colgados en cestillas de las ramas de los árboles o sobre algunas rocas como ofrenda a los dioses para que permitieran la comunicación con los espíritus y les protegieran en su transito.

De ahí viene el que sigamos yendo de casa en casa pidiendo, no la “torta de las ánimas” como en la antigüedad, pero si, algunas chucherías que la simbolice, los caramelos, los dulces, los pastelillos, de lo que hoy muchos niños conocen como el «truco o trato». Los vecinos deben colaborar..ese es el trato. En caso de no hacerlo estarán expuestos a las travesuras de los vivos y los «trucos» de los muertos.

Y tenéis que saber que cuando acompañamos a nuestros niños de puerta en puerta, estamos recordando y recuperando una tradición de nuestros ancestros. Una preciosa y dulce tradición… Celta.

No os olvideis de separar, antes de terminarlos todos, alguno de esos dulces para dejarlos en algún rincón y que los Dioses dispongan de ellos.

La imagen que ilustra este texto es de uno de los mas grandes pintores contemporáneos Steve Hanks