Descripción
Hay animales, plantas y objetos a los que la literatura mágica recorrer continuamente pero que nadie sabe de donde parte su aplicación, o que acontecimientos los ha hecho protagonistas de tantas historias de brujas. Como la calabaza, el gato…o la escoba.
A veces me gusta escarbar en la historia para hacer averiguaciones.
Y esto es lo que he recopilada para vosotros sobre la famosa escoba de las brujas
En todas las culturas la escoba figura como un elemento mágico, no siempre positivo. Los chinos creen que en la habitación de las personas agonizantes nunca debe estar una escoba, su idea es que la escoba podría retener el espíritu de la persona una vez fallecida y eso en ninguna cultura es positivo.
En México, por ejemplo, la costumbre es otra. Se barren las entradas de las casas de dentro a fuera al amanecer cuando se teme que alguna espíritu maléfico ronda el hogar y con ese gesto tan domestico se ahuyentan los malos espíritus y las tormentas.
En mi tierra se recurre a la escoba para echar rapidito las visitas molestas, colocándola invertida detrás de una puerta y rociándola con sal. No falla. La visita se despide con toda cortesía, justificándose incluso, como si recordara algo que debe hacer con urgencia.
La tradición Celta nos habla de la escoba hecha con ramas de albahaca con la que al barrer nuestras casas, barremos de ellas la negatividad y atraemos la suerte
Y ya en serio, muy serio, se cree que las brujas volaban en ellas camino del aquelarre.
Por eso hay tanta literatura y tantísimos dibujos de ilustradores famosos con brujas volando iluminadas con la Luz de la Luna Llena.
Y si alguna vez veis una escoba aparcada cerca de una playa y en algún lindero de un bosque, dejadla estar, dejadla ahí: es la mía o la de alguna colega. Y podéis estar seguros de que es la mía, si tiene una taza de café caliente sobre su manillar…
Mònica (propietario verificado) –
Me encanta como todo lo que hay en A cova da meiga.