LIBELULAS MAGICAS
LIBELULAS MAGICAS
Cuenta La leyenda que en el comienzo de los tiempos estaba prohibido que las hadas convivieran con los mortales por temor a que se establecieran vínculos entre ellos contrarios a las leyes de la naturaleza. Algunas hadas desobedecieron las normas de los Dioses y Ariadna, diosa de la Luna y su dueña, las castigó quitándoles la forma humana que las hacia tan cercanas a los hombres, condenándolas a ser únicamente insectos.
(Ilustración de Pat Brennan)
Pero a la Diosa no le fue permitido dejarlas sin las facultades que son parte de su esencia, la belleza, la capacidad de leer los pensamientos, la intuición que les hace saber lo que es cierto y lo que no lo es y la prerrogativas de convertir los sueños en realidad, abrir los caminos del aire y volar tan rápido que nadie puede seguir su estela…
(Ilustración de Catherine Delpech)
Pasó el tiempo muy deprisa y las cosas cambiaron. La prohibición de no convivir con los humanos fue abolida, pero para cuando la Diosa Ariadna indultó a las hadas que había convertido en Libélulas estas se negaron a volver a su estado anterior
Se habían acostumbrado a convivir con los humanos sin despertar sospechas, sin recelos y sin ser estudiadas como elementos curiosos o extraños. Eran libres, mucho mas libres que cuando tenian que esconderse al menor aviso de humanos en el entorno.
Se habían acostumbrado a convivir con los humanos sin despertar sospechas, sin recelos y sin ser estudiadas como elementos curiosos o extraños. Eran libres, mucho mas libres que cuando tenian que esconderse al menor aviso de humanos en el entorno.
Así que desecharon la propuesta y ya para siempre son esas maravillosas criaturas que nos rodean en los bosques y que su sola paresencia nos alegra el dia. Pero no debes olvidar que siguen siendo magicas y su labor es ayudar a que los sueños y las ilusiones de los humanos se cumplan. No desaproveches la ocasión, si alguna de ellas te ronda, de contarle tus sueños.En Galicia es fácil encontrarlas sobre las hojas de las hiedras o de los helechos por que estan siempre cerca de los ríos, de los molinos y de las fuentes.
(Ilustración de Anne Soline)
Y aseguran que si tienes algo que las recuerde, un objeto con su forma, un dibujo, una figura gravada, ellas lo considerarán un homenaje y te traerán suerte.
(PINTURA DE Gloria Ospina)
Dicen que las libélulas no se pueden cojer por que son muy muy veloces pero pasa y sucede que hay que saberlas cojer y no perseguirlas con las manos si no con la mirada yo tuve con migo a una de ellas por 36 horas contaditas pero la deje libre asía los montes y la extraño muchísimo me reencanta leerte te mando un besito libéluco para una mariposa tan tan llena de esencia pura como tu te quiero
Era verano, una tarde de domingo, ya estaba empezando a oscurecer, ese día trabajé en quehaceres domésticos como nunca, y a pesar de no tener costumbre de hacer eso, no renegué, creo que el cielo me premió con la visita de una bella libélula, que cruzó volando, creo que vio mi cara de felicidad porque sin explicación se posó en uno de los ganchitos para ropa que estaba en el cordel, se quedó allí mucho tiempo, se dejó fotografiar por mí, parecía que posaba, recuerdo ese momento con especial felicidad porque sé que sintió mi cariño y me lo retribuyó con su compañía, nunca la olvidaré.
Una historia preciosa y mágica!! Millones de gracias por compartirla conmigo!! Mil besos amore!!
Hola hoy estuve en el río. Con la familia, y realmente he disfrutado con mi experiencia con las libelulas, las empecé a observar e instintivamente las he seguido río abajo, me he acercado a ellas y os prometo que les he hablado, les pedí que se posaran en mis dedos, que solo las quería mirar que no les iba hacer daño y, acercando mis manos a ellas se me han posado hasta 4 siempre de una en una, una verde hermosisima,otra del cole de la tierra impresionante, otra era amarillenta, una entre negra y plateada preciosas ambas, y he alucinado con una quinta azul el color del cielo, ha esta última le he dicho que si me dejaba. Observarla unpoco ya no las molestaría más y la he tenido unos minutos en mis dedos, después se ha ido y yo también, por supuesto dándole mil gracias, parece un cuento pero es la pura verdad.